El gobierno ha confirmado recientemente un incremento de los descuelgues de convenio desde el inicio de 2013. Esta figura, introducida en la reforma laboral, permite revisar las condiciones laborales de una empresa para evitar despidos y evitar el crecimiento exponencial de los índices de desempleo en nuestro país.
A lo largo de febrero de 2013 se han depositado un total de 245 inaplicaciones de convenios, un 32% más que enero, que afectan a un total de 11.996 trabajadores, un 62% más que en el mes anterior. El 75% de de los trabajadores afectados se concentra en el sector servicios y el 50% procede de empresas de más de 250 empleados.
El descuelgue consiste en la aplicación de condiciones laborales diferentes a las establecidas en el convenio del sector, a condición de que concurran una serie de causas que lo justifiquen. Puede afectar a la jornada de trabajo, horario y distribución de la misma, cuantía salarial, funciones, turnos, sistema de trabajo, rendimiento.. Las cláusulas de descuelgue recogen los puntos concretos de inaplicación del convenio, permitiendo regirse por el mismo en el resto de aspectos de la relación laboral.
La duración del acuerdo de inaplicación se extenderá hasta el momento en que resulte aplicable un nuevo convenio en dicha empresa. Antes de la reforma laboral los descuelgues estaban sujetos a condiciones de aplicación muy estrictas. Actualmente puede hacerse si concurren causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Es decir, podrá darse en empresas que justifiquen pérdidas, actuales o previstas, o una disminución del volumen de ingresos durante dos trimestres consecutivos.
El descuelque es una negociación con los representantes de los trabajadores, pero en empresas pequeñas se acaba negociando con los mismos trabajadores. Si no se llega a un acuerdo, deberá recurrirse a los procedimientos establecidos en los acuerdos interprofesionales estatales o autonómicos.Pymes y Autónomos
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