¿Por que las empresas deciden abandonar un pais?

Salir del país cada vez es más habitual para las empresas en un escenario en el que las organizaciones tienen que priorizar recursos e inversiones.

Carrefour se ha ido de Grecia por culpa de la crisis. Un cambio de estrategia de Google provocará el cierre del negocio de Motorola a finales de año en España. Los cambios de regulación han sido el detonante de la espantada protagonizada en Argentina por las principales firmas de moda de lujo durante los últimos meses… Se trata de decisiones drásticas y difíciles de tomar, pero cada vez más habituales en un escenario en el que las organizaciones tienen que priorizar recursos e inversiones. Pese a ello, “las organizaciones grandes y buenas no toman la decisión de entrar o salir de un país sólo por motivos económicos sino también por cuestiones estratégicas y políticas”, afirma Luis Manuel Calleja, profesor de Dirección Estratégica del IESE Business School.

¿Y qué tiene que ocurrir para que abandonar un país sea la mejor opción? “Uno se puede equivocar en la decisión de ir, pero lo normal es que suceda un cambio profundo que lo altere todo”, dice este experto. “La clave es una variación en las propias motivaciones por las que la empresa se instauró allí”, completa Xavier Mendoza, profesor de Política de Empresa de Esade.

Ambos expertos señalan cinco causas principales. La primera tiene que ver con la situación económica, que puede provocar caídas de un mercado antes rentable que deriven en una bajada de ventas, reducción de ingresos y, en definitiva, un deterioro de las cuentas de la compañía. Otra motivación pueden ser cambios políticos o económicos que provoquen que producir y distribuir desde ese país ya no sea tan productivo como hacerlo desde otro lugar.

Relacionado con lo anterior, también puede ocurrir que empresas que concentran su producción a nivel global en unos pocos puntos del planeta para ser más eficientes, cambien de parecer cuando empiecen a perder productividad. Una cuarta causa para abandonar un país es que éste haya dejado de ser puntero en un determinado sector o se produzca un agotamiento de materias primas o ventajas tecnológicas que antes encontrábamos allí. Por último, algunas veces el problema deriva de haber elegido mal a socios y proveedores, siendo más sencillo abandonar el país que reconcebir toda la implantación de la compañía.

“Peter Drucker -un gurú del management y profesor de Harvard- decía que hay que abandonar los lugares a los que ahora no irías si tuvieras que tomar la decisión. Estoy bastante de acuerdo con él”, asegura Luis Manuel Calleja. En cualquier caso, “las grandes multinacionales deberían tener prevista su salida de un país, especialmente si su sector tiene el riesgo de sufrir un cambio importante en el marco regulatorio”, asegura el profesor Xavier Mendoza, que señala a las energéticas, la banca y las empresas de telecomunicaciones como las compañías más expuestas a estos cambios.

La salida debería realizarse siempre de forma escalonada ya que la forma de irse, influirá de forma decisiva en si la compañía lleva a cabo esta salida con pérdidas o no. “Si te marchas en una recesión o te expropian, vas a perder dinero, pero no todas las salidas tienen por qué ser así. El Santander tiene una historia de desinversiones con generación de plusvalías muy interesante”, dice Xavier Mendoza. “Lo que sí habrá siempre es una pérdida de prestigio tanto en el lugar que abandonas como probablemente en tu propio país”, matiza Luis Manuel Calleja.

Uno de los aspectos que resultan un freno a la hora de tomar la decisión es el vínculo que se haya creado entre la organización y el país. La mejor opción debe ser siempre replantear la presencia antes que abandonar por completo la misma, decisión que debe adoptarse como última opción y mal menor. Si te vas, siempre será muy complicado volver.

Kenzo (Argentina)
La marca francesa decidió a principios de octubre interrumpir su actividad en Argentina debido a que su negocio se ha visto afectado por las trabas a la importación establecidas por el Gobierno de Cristina Fernández de Kichner. La firma se suma así a otras marcas de lujo que también han abandonado el país sudamericano, como Armani, Escada, Yves Saint Laurent, Cartier, Ralph Lauren -de forma temporal- o Louis Vuitton. Por su parte, Calvin Klein dejó de distribuir en el país su línea de ropa interior.

Motorola (España)
Google decidió en septiembre cerrar la filial de Motorola en España a final de año ante el deterioro de nuestra economía y las malas perspectivas de consumo interior. La compañía tecnología se centrará en sus mercados europeos más importantes por volumen de facturación (Alemania, Reino Unido y Francia), ya que su cuota de mercado en nuestro país era de apenas el 3%. La noticia afecta a los cincuenta empleados de Motorola en España y a partir del 31 de diciembre de este año esta marca de móviles desaparecerá de las estanterías de los distribuidores españoles, aunque se mantendrán los servicios de posventa.

Carrefour (Grecia)
Carrefour decidió a mitad de año salir de Grecia debido al desplome del consumo (un 16% en el primer trimestre). El grupo francés rompió así con su socio local Marinopoulos, lo que le ha supuesto unas pérdidas de 220 millones de euros. La parte de Carrefour pasó a manos de éste, que ha mantenido la marca en las tiendas de Grecia, Chipre, Bulgaria, Albania y el resto de países balcánicos a modo de franquicia. Carrefour también ha dejado Colombia, Indonesia y Malasia en los últimos meses, mientras ha reforzado China.

McDonald’s (Islandia)
La grave crisis financiera que sacudió Islandia provocó la salida de numerosos grupos de inversión, pero también precipitó el cierre de todos los locales de McDonald’s y la marcha de la compañía del país. La cadena de comida rápida ya había abandonado antes Albania, Armenia y Bosnia-Herzegovina. El grupo Lyst Ehf, la compañía que tenía la franquicia de estos locales, explicó el cierre por el “clima económico altamente cambiante”, el reducido mercado de apenas 300.000 personas y unos elevados aranceles del país a las importaciones (McDonald’s llevaba los productos desde Alemania).Expansión