El Gobierno quiere aumentar el número de empresarios y
trabajadores autónomos que cotizan a la Seguridad Social por bases superiores a
lo que es la aportación mínima | Es decir, la base mínima es de 850,20 euros
mensuales, que aplicado el tipo, se quedan en una aportación de 256 euros a la
Seguridad Social | Para ello, el Ejecutivo está dispuesto a negociar con las
organizaciones del sector, pero también a actuar con los presupuestos generales
del Estado, y buscar la forma de obligar a la inmensa mayoría de este colectivo
social a aumentar su aportación a la Seguridad Social.
Los objetivos finales de esta medida son dos: el primero es mejorar la
recaudación, y más en un momento de grave recesión como el actual, reforzando la
contribución de un grupo social que ocupa a más de tres millones de personas. El
segundo objetivo es mejorar la pensión que debe tener el trabajador autónomo al
final de su vida laboral; incrementando la relación entre los ingresos por
cotizaciones sociales y la pensión final.
Así se lo dijo ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás
Burgos, a la Junta Directiva de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA).
«Es necesario adecuar la cotización de los autónomos a la realidad, y mejorar la
relación entre los ingresos [del profesional] y su cotización a la Seguridad
Social».
Toda una vida laboral
El secretario de Estado recalcó que «el 82% de los autónomos cotiza
actualmente por la base mínima, y el 67% lo hace durante toda su vida laboral».
En un momento en el que la Seguridad Social ha perdido en seis años de crisis
más de tres millones de afiliados cotizantes, y que el propio régimen de
autónomos «ha perdido en torno al 10%» de sus miembros.
Burgos dejó claro así que una buena parte de los empresarios y trabajadores
autónomos pasan la vida laboral con una aportación a la Seguridad Social
sustancialmente más baja que sus ingresos. Sin embargo, cuando llega la hora de
cobrar la pensión obligan al sistema de protección a prestarles una ayuda para
que su prestación pueda siquiera llegar a igualar a la mínima.
Lo que se conoce como complementos de mínimos que, a partir de este mismo
año, pagan los impuestos , en lugar de las cotizaciones sociales. O bien, elevan
de forma relevante su cotización en los últimos años de la vida laboral. Por
todas estas razones, Burgos dijo que el Gobierno quiere resolver este problema.
Bien «desde la pedagogía y el convencimiento, de que es bueno incrementar las
aportaciones a la Seguridad Social para garantizar mayores pensiones en el
futuro». Bien, «desde las obligaciones legales» definidas en los Presupuestos
Generales del Estado de cada año. Todos los años, el Gobierno fija las bases de
cotización de las empresas y trabajadores a la Seguridad Social. Tanto las
máximas –3.262,50 euros mensuales– como las mínimas, que son 850,20 euros
mensuales.
El presidente de ATA, Lorenzo Amor, mostró la disposición del sector a
negociar con el Gobierno «para adecuar las cotizaciones sociales a los ingresos
reales» de los autónomos, con el fin de mejorar el equilibrio entre las
contribuciones de quienes más ingresan y las de quienes tienen más dificultades
para pagar sus obligaciones.
Amor pidió al Ejecutivo que tenga en cuenta que, si bien hay profesionales
con elevados ingresos que aportan poco a la Seguridad Social, también hay
autónomos que, difícilmente, pueden hacer frente a las bases mínimas de la
Seguridad Social.
«Hay que ver fórmulas para adecuarlo por el bien de todos. Y por eso es tan
importante hablar con propiedad de lo que se hará con el sistema, porque para
pedir esfuerzos al contribuyente hay que garantizar también que serán
recompensados mañana», dijo el dirigente de ATA. Dentro, incluso, de la nueva
reforma contenida en el factor de sostenibilidad, Amor apuntó que «el Gobierno
tiene todo nuestro apoyo para buscar la sostenibilidad financiera del sistema.
Los autónomos aportaremos todas las propuestas para la viabilidad del sistema y
para garantizar las pensiones a nuestros jubilados, que hoy son un millón, pero
mañana serán tres millones. Nuestra voz se tiene que escuchar en temas tan
sensibles como éste», dijo Amor. Burgos declaró también que el Gobierno «agotará
todas las posibilidades» antes de recurrir al Fondo de Reserva de las pensiones.
Por lo menos, para no hacerlo en la paga extraordinaria de junio.
El año pasado sí tuvo que hacerlo por un valor total de 3.000 millones de
euros. En todo caso, Burgos afirmó que, si finalmente fuera necesario, «el Fondo
de Reserva está previsto para que se cubran todas las obligaciones y compromisos
del sistema con los pensionistas actuales».
El equilibrio
En su negociación con los grupos parlamanetarios, el Gobierno buscará el
equlibrio entre la cotización del contrato a tiempo parcial y la pensión que
pueda recibir después el trabajador para no crear otro agujero en la Seguridad
Social.
Expansión.com
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