Dentro de las medidas que Hacienda se está planteando para la lucha contra el fraude podría prepararse una ofensiva contra las empresas de comercio electrónico | El gran incremento del sector parece ser motivo suficiente para que los inspectores de la Agencia Tributaria empiecen a revisar las actividades de muchas de las empresas que realizan su actividad en internet para intentar detectar situaciones fraudulentas.
Los puntos de acción principales serían la ocultación de ventas, aprovechando medios de pago no regulados, y la simulación de actividades en paises de tributación reducida.
La mayor dificultad que tiene Hacienda para el control de este tipo de actividades es quela legislación va muy por detrás del desarrollo de la economía.
En muchos casos ni los propios miembros de la Administración entienden el funcionamiento de determinados modelos de negocio que se extienden a través de la red, por lo que no tienen un criterio claro de cómo se ha de tributar en esos casos.
En estas situaciones se tiende a criminalizar a la empresa por interpretar a su favor, y consecuentemente contra los intereses de la Administración, las posibles lagunas en las normas, sin embargo las “interpretaciones ad-hoc” que hace la AEAT muchas veces rayan lo inaceptable y luego los tribunales dan la razón al contribuyente.
Es evidente que luchar contra el fraude es una responsabilidad de la Agencia Tributaria y ha de extender su actividad a todos los posibles focos de estas actividades. Lo deseable es que se haga bien y siguiendo un principio de neutralidad y no el mero afán recaudador.
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