“Hay que lograr que el absentista no tenga procedimientos legales a los que
acogerse, y para eso habría que regular bien esos procedimientos”, opinaba ayer
el director de Relaciones Laborales de al patronal CEOE, José de la Cavada,
durante la presentación del II Informe Adecco sobre absentismo
elaborado por investigadores del IESE, Garrigues, AMAT y Fremap.
Según los datos oficiales de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral,
la tasa de absentismo de la población ocupada española se situaría en la
actualidad en el 4,3%, tras descender seis décimas desde 4,9% de 2007
al que había escalado durante los años de bonanza de la economía española entre
2003 y 2007. Otros cálculos, en este caso de la patronal de Mutuas de Accidentes
de Trabajo (AMAT), estiman que el número de jornadas no realizadas el pasado
año, equivaldría a que en España hubiera habido 791.079 asalariados que no
produjeron nada ningún día del año, el 5,1% de los ocupados.
Estas cifras son las que han llevado a los responsables empresariales de CEOE
a reclamar una nueva reforma de las leyes que tienen que ver con la asistencia o
ausencia regulada (permisos) de los empleados a sus puestos de trabajo y del
control de las bajas por enfermedad.
En concreto, De la Cavada planteó ayer la necesidad de “revisar” la
normativa vigente en el Estatuto de los Trabajadores respecto a los permisos que
disfrutan los trabajadores por distintos motivos, como ingresos
hospitalarios o intervenciones quirúrgicas de familiares o traslados por
defunción de parientes fuera de su lugar de residencia, entre otros. En este
sentido, el dirigente empresarial consideró que esta normativa “es copia de las
leyes franquistas hiperprotectoras para los trabajadores”. Así, ironizó acerca
de disponer de cuatro días para viajar a otra parte de España para asistir a un
funeral, “como si hoy en día aún viajáramos en diligencia, como en las películas
de John Ford”. Este tipo de permisos son los que en su opinión habría que
revisar y acortar.
“Tener cuatro días de permiso para trasladarse a otro punto de España para
asistir a un funeral no es real porque ya no se viaja en diligencia, como en las
películas de Jonh Ford”, dice José de la Cavada, director de Relaciones
Laborales de la patronal CEOE.
Pero la preocupación más tangible de los empresarios tiene que ver con el
absentismo de corta duración generado por enfermedades comunes, con ausencias
inferiores a 16 días (ya que a partir de ese día la baja la paga la Seguridad
Social mientras que entre el cuarto día y el 15 la costea el empresario). Estas
bajas de corta duración son el 76% del total de ausencias por
enfermedad.
La gran patronal ha calculado, según consta en un informe que presentará
mañana en su Asamblea Anual, que solo estas bajas por enfermedad común –según
sus cálculos representan aproximadamente el 60% de las ausencias–
cuestan anualmente a las empresas 7.250 millones de euros (el 0,7% del
PIB). Sin contar los costes de sustitución, que según AMAT podrían
elevarse hasta 16.000 millones.
Propuestas patronales
Por ello la CEOE propone dos tipos de sanciones. Por un lado sugiere
establecer un recorte de las prestaciones económicas para aquellos trabajadores
que tengan bajas de corta duración reiteradas e intermitentes en un mismo año. Y
fijar el mismo mecanismo sancionador que tiene el sistema de prestaciones por
desempleo, para el cobro de cuantías que se comprueben fraudulentas, algo que
ahora no existe.
La última reforma laboral modificó la regulación del despido objetivo por
absentismo, flexibilizándolo mucho primero en febrero de 2015 y volviéndolo a
acotar después en julio. Desde el despacho de abogados Garrigues, especializado
en derecho laboral, consideran que el uso de este tipo de despidos no se está
usando mucho por parte de los empresarios. Aunque, en cualquier caso, aún no hay
datos estadísticos que lo avalen, según recordó De la Cavada.
Igualmente, este responsable empresarial destacó la posibilidad, que también
incorporó la reforma laboral, de eliminar los complementos salariales a las
prestaciones por incapacidad temporal, presentes en muchos convenios colectivos.
A este respecto, el dirigente empresarial consideró que en este punto “estos
complementos no están bajando lo suficiente” en la negociación colectiva.
Una de cada tres bajas son fraudulentas
Los investigadores del de la escuela de negocios IESE que han participado en la elaboración de este informe sobre absentismo manejan distintos estudios que apuntan a que el 35% de las bajas laborales por incapacidad temporal (enfermedad) podrían ser irregulares.En este sentido, establecen cierta correlación entre esta cifra y los datos de la Encuesta de Costes Laborales que reflejan una a caída del 20% de las bajas por enfermedad durante la crisis (entre 2009 y 2012) y un recorte del 24% de las bajas injustificadas en este mismo periodo. De esto podría desprenderse que buena parte de la disminución del absentismo en la crisis obedece a que muchas de estas ausencias eran fraudulentas y ante el mayor temor a perder el empleo, desaparecen.En este punto, el representante de CEOE, José de la Cavada, reprochó a los poderes públicos el control sobre los procesos de bajas de corta duración. “La Seguridad Social no realiza ningún seguimiento económico del coste que supone para las empresas pagar las bajas entre el tercer y 15 día de ausencia. Es más, el control que ejercen sobre estos procesos deja mucho que desear”, dijo. Según explicó, el sistema público sí ejerce un mayor control sobre los procesos que sí paga (de más de 16 días de duración), lo que provoca “que se multipliquen las bajas más cortas para eludir ese control”. Para atajarlo, De la Cavada pidió que la futura Ley de Mutuas permita a los médicos de estas entidades dar el alta médica a los trabajadores.Cinco Días
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